Una noche que empezó con lágrimas… y terminó en puro placer. La amiga de mi esposa llega destrozada porque su marido la engañó. Mi esposa, siempre solidaria (y cachonda), la recibe con cariño, le sirve un trago y la deja quedarse a dormir en el sofá… porque en esta casa no hay espacio. Pero cuando mi esposa me empieza a hacer oral en el cuarto, la amiga se despierta y no puede evitar mirar. Hace ruido… y en lugar de detenerse, mi esposa la invita a pasar. Lo que siguió fue inesperado, caliente y muy sucio: su tristeza se convirtió en deseo y nos regaló uno de los tríos más intensos que hemos tenido. ¿Te imaginas consolar a tu amiga con tu boca y compartirla con tu esposo? Aquí no hay espacio para el drama... solo para el placer. Video casero, real, lleno de gemidos, caricias y conexiones auténticas. Si te gusta ver cómo una mujer traicionada recupera el poder… no te lo pierdas.

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